Acuéstate, cierra los ojos,

en breves segundos vivirás los sueños de Angus

Los sueños de Angus Scrimm: marzo 2007

lunes, marzo 19, 2007

Devenir concienzudo…

Un día, hace más de un año, me sorprendí soñando despierto. Tenía los ojos abiertos como platos mientras me servían una buena ración de personajes, vivencias y pesadillas que nunca existieron en mi vida real, y que nunca podré recordar si llego a despertar.

En ese viaje onírico me encontré con duendes malos de patas cortas; hablé con trasgos inteligentes de mirada boba; disfruté con la presencia de brujas buenas, algunas de ellas eran bellas como la alegría de un niño sin preocupaciones, otras eran feas, como la tristeza de un niño con canas en el alma y bastón en el porvenir. También compartí experiencias con orcos somnolientes, atiborrados de sedantes inservibles para sus preocupaciones siempre despiertas.

Este viaje de empedrado onírico comenzó soleado, con los rayos del astro rey iluminándome la cara, mientras me calentaba un poco los sentidos.

Al poco tiempo de mi partida, comenzó a llover burbujas de agua. En las burbujas atisbaba tormentas lúgubres y temporales de carácter advenedizo, pero yo seguía llorando sueños despiertos, sin parar de soñar ni un segundo necesario, necesario para secarme las lágrimas que crearon demasiadas expectativas, y también demasiados surcos en mi cara.

Un día, cuando el amor se acercó a mi piso, con las maletas repletas de la ropa imprescindible para las cuatro estaciones, me convertí en un soñador a tiempo completo. De vez en cuando, ahora que ya no amo, pero sigo soñando, revivo los recuerdos de mi vida presente con una buena dosis de realismo. Es agotador estar entre las dos aguas estas, provenientes de la cloaca de la experiencia.

Edgar Allan Poe dijo hace mucho tiempo que “Los que sueñan de día conocen muchas cosas que ignoran los que solamente sueñan de noche”. ¡Cuánta razón tiene, señor Edgar! Cuánta razón…

martes, marzo 13, 2007

Mi habitación

Nunca había decorado la habitación en donde duermo, ¿para qué? pensaba yo. Pero como últimamente estoy en una fase muy creativa, mi pequeña habitación de paso ha sufrido, durante meses, las vicisitudes de aguantarme todos los días. Es una pena que en julio la tenga que dejar como la encontré en noviembre.
Para que me conozcáis un poco mejor voy a poner por aquí algunas fotos de mi habitación, (la habitación de alguien es una proyección fidedigna de su personalidad). Cada póster y artículo tiene su significado para mí, y está colocado ahí por algo.


(Panorámica, la cama no estaba muy bien hecha, pero bueno...)



(El mono y yo)
"Clementine", mi peluche desde hace pocos meses, y la última novela que me estoy leyendo, imprescindible siempre en mi cama un buen libro para cuando me acuesto, imprescindible Clementine por el cariño que le tengo estará siempre ahí.

Mi estantería, donde guardo lo esencial para moverme de un lado para otro. Signos vitales. Os podría hablar mucho de lo que estáis viendo,aunque sea poco.



Me inquieta mucho mi armario, creo que ya podéis ver porqué.






Una frase frustrada por muchas razones, en la imperfección le he cogido cariño y ahora no la puedo quitar, está incompleta, no hice lo que quería hacer, pero por obligación mantuve la imperfección hasta que, como dije, le cogí cariño. Creo que morfología de la imagen nos define en nuestra imperfección.

Y por último hay un cono que avisa de algo a quien entre en mi habitación, bueno, no os voy a decir de lo que avisa, aunque muchos, los que me conocéis, ya os haréis una pequeña idea.



Faltan las fotos de la gente que quiero, pero como la mayoría están muy lejos, verles contínuamente no me sentaría demasiado bien, por tanto, prefiero espacios vacios, al horror vacui que representarían si estuviesen.