Acuéstate, cierra los ojos,
en breves segundos vivirás los sueños de Angus
Una vez, al filo de una lúgubre media noche, mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido, inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia, cabeceando, casi dormido, oyóse de súbito un leve golpe, como si suavemente tocaran, tocaran a la puerta de mi cuarto. “Es —dije musitando— un visitante tocando quedo a la puerta de mi cuarto. Eso es todo, y nada más.”
De tu voz sólo entendí con claridad a los demás que os den por culo y el grado último, o algo así.
Te quiero tío. Feliz año.
Aquí pongo el texto que mal leí: gracias "As", pensaba que se entendía mejor...
"Señores, la infelicidad es una simple subcultura de nuestra conciencia racional. Esperad a que me explique, por favor, a ver si por bondadosa paciencia acabo sepultado por algún cometa antes de que me comprendan, con lo que jode eso…
Estoy feliz ante el advenimiento del final, por fin concluso, del 2007. Este año me ha tenido hasta los mismísimos testículos, ha colmado mi paciencia y ha conseguido que me conozca más a mí mismo. ¿Más momentos buenos que malos?, ¿más momentos malos que buenos?, realmente este balance resulta inútil ya que cada uno de los momentos tiene páginas sueltas en mi agenda. En estas fechas sobran mensajes de buena esperanza, de felicidad, de prosperidad, de Dios sabe cuántos tópicos bienintencionados o malintencionados.
Empecé este año 2007 entre hiatos de un amor inconsciente e improductivo, con cataclismo final ante notas de desesperación, arrepentimiento y decepción. Lo termino conscientemente enamorado, feliz, con mi niña austriaca en Andalucía, regalándome paseos por el azahar de Sevilla y Córdoba.
En dos meses me voy a Austria, me ilusiona la idea de perderme en una aventura amorosa con un final que, cómo poco, me crea incertidumbre y temor. Te quiero con toda mi alma, mi niña, desde la sequedad de una relación que no tiene babas ni se las necesita.
5 de marzo de 2007: “Os doy mi palabra de que todo va a transcurrir con cierta tranquilidad y estoy seguro de que dentro de unos meses miraremos a atrás y sabremos ver la sobredimensión que ha tomado todo esto”. No sé casi nada de alemán, aunque un “Leck mich am Arsch” se lo mando a mi sufrimiento de marzo y abril, asimismo, también se lo dirijo a toda la gente que salió influenciada de todo aquello y me juzgó mal. Exceptúo a la implicada, la única que me quiso algo en toda esta mierda, al resto que os den por el culo.
Un año tiene tantas luces como sombras si contabilizamos por igual los veranos, los inviernos y las zarandajas. Soy un realista – pesimista – optimista, no he cambiado en este año más de lo que ha cambiado mi entorno. Mi año ha sido duro, por tanto, me he vuelto más duro. Liar los bártulos e irme a otra nueva ciudad me ha hecho madurar, posiblemente, hasta alcanzar un grado definitivo.
Os escribo en papel porque hace unos días me robaron mi portátil. Hace 365 jornadas ni me habría imaginado que algún día iba a tener uno. Y por eso digo: “Lo tuve y ahora ya no lo tengo” (resumen conceptual de este año). Con esto ratifiqué un concepto que ya sabía, cuando algo va mal, siempre puede ir a peor.
Feliz año
Disculpen mi letra
Angus Scrimm"
Disculpas aceptadas.
Curiosa la cita del 5 de marzo, porque como recordarás (?!) ese día de 1984 nació cierta persona... Ya me explicarás.
Me ha ilusionado, congojado y fortalecido tu visita a mi ciudad. Gracias, siempre.
Fuertes abrazos para ti y para tu niña.