Limitado ( Antes del Derrame cerebral)
Tuviste razón al asentir satisfecho tras escuchar mis palabras, sobre todo, ante la sentencia que pronunciaba mi agotamiento, que canta aquello de que la belleza del recuerdo se esconde en lo cruel del olvido.
Hacía tiempo que no la pronunciaba, por lo menos, pasaron ocho meses creo. Pues sí, Brian, no me ocurría esto desde, al menos, ocho meses, ¡cómo pasa al tiempo!, ¡cómo se forma hielo en Viena!, ¿me espera el hielo? Voy para allá dentro de tres meses.
A la hora del té, mi cerebro dijo “basta” y yo le respondí, humildemente, “tu ganas, debo descansar”. Lo raro es que sabía definir lo que me pasaba (RAE): “Transformé problemas psíquicos en síntomas orgánicos de manera involuntaria”.
Lo siento, Brian, debo irme a la cama ya, siento el desorden de mi discurso pero otra vez me duele la cabeza un poco, (vuelvo a somatizar, meu). Hoy he trabajado once horas, ayer doce, el lunes trece; mañana tengo doce horas de clase seguidas, el fin de semana no descanso, ¿qué día es hoy?
Irse a Austria en febrero con la carrera terminada no es fácil, ¿verdad? Y qué cojones, yo lo elegí, no me quejo.
PS: Os quiero, gente, sin vosotros ya me habría apagado hace tiempo
"la belleza del recuerdo se esconde en lo cruel del olvido".
¿y qué decir después de esa frase?
me voy a soñar, no sé, con Viena quizás...
besos
Cuán familiares me suenan tus palabras!
Sólo sabría decirte que la crisis pasará, sí, se que es lo que todos dicen, pero no hay cosa más cierta.
Si lo crees oportuno, date una tregua. No recuerdo dónde escuché estas palabras: La carrera es larga, pero al final solo compites conra tí mismo.
Un abrazo fuerte...
-eika-
Ese último párrafo es... Simplemente genial. Cuando insomne es capaz de reservar sueños... Eso es algo grande, muy grande.