El sonido que provoca un líquido mío cuando impacta con un elemento sólido
Comienza el vínculo…
¿Sabéis dónde había guardado mis últimas palabras? Creo recordar algo que empieza por el silencio forzado y termina en el mutismo voluntario de mi inconsciencia no domesticada. En mis memorias nostálgicas debo rescatar un sinfín de nudos que trenzan esta historia, veo algo parecido al principio de un camino lóbrego, en dónde mi presencia sólo escuchaba tristes palabras melancólicas, que eran narradas, entre susurros, por los dioses del advenimiento, durante el paseo de un caminante callado.
Dos semanas más tarde tropecé en el día más conocido por todos como hoy, el ayer no estaba de acuerdo en lo aconsejable de su presencia, y por eso no vino a verme.
Escuché el primer sonido esta tarde, poco antes yo permanecía inserto bajo mis reflexiones dadas a la cotidianeidad, eran tan pesadas como los escarpines de esparto que calzaba. Atlas, un viejo amigo en mi cuerpo joven, se compadecía de mí. Llegado el momento de cuestionar lo incuestionable, me preguntó en silencio el por qué de los escarpines de esparto, yo le respondí mudo mi contradicción. Al final me despedí de él con un leve gesto realizado con mi cabeza, mientras se iba soñando con cosechas mejores.
Recuerdo a la perfección el instante justo de mi adiós al silencio, cuando ya por fin deseé hablar con palabras usadas. Ciento veinte palabras son suficientes para narrar este hecho, comienzo por la hora en que todo sucedió…
A eso de las ocho de esta tarde, caminaba en una única dirección conocida, esa trayectoria me llevaba al destino que más apreciaba y necesitaba en ese momento, el baño. Allí me planteé por primera vez en mi corta vida la importancia de la intensidad de la luz, llegando a una única conclusión certera, mi preferencia por la luz apellidada “intensa” sin menoscabar la utilidad de la luz tenue.
Ante tamaña reflexión no recogí en mi camino suficiente concentración para realizar la función vital que me había llevado al lavabo, descubriendo en la tapa del water una extraña enemiga de clausura al orín que salía de mi micción incontrolada. Suspiré una blasfemia rompiendo el silencio que me había llevado dos semanas tapiar…
Post Scriptum: Sí, sucedió, para aquel que se lo pregunte. No me di cuenta de que la tapa del water estaba bajada cuando comencé a mear, es lo que pasa cuando uno está pensando en demasiadas cosas a la vez.
Un saludo!!!!
Volvistee Koalitaa Belloo, me alegro que hayas vuelto y hayas roto el silencio, que manera de romper el silencio eh? jejejeje me rei con este post, gracias por haberme robado una sonrisa, me hacia falta ;)
Saludos
Hoy, ayer, mañana.
Bienvenido de nuevo, Angus.
No se me ocurre una manera mejor de romper el silencio...
Abrazos de bienvenida
Yo también me alegro de que hayas roto el silencio jejeje
buen post, me ha gustado mucho.
Por cierto yo una vez me levante dormido y empeze a mear en el cesto de la ropa sucia.
Cosas no de pensar demasiado, sino de tener la mente demasiado vacía.
Lo que más me ha extrañado es el hecho de la micción en sí. ¿¡Cómo se permite Atlas el lujo siquiera de evacuar sus flujos!?
Cada día más admirable, sin duda. Mucha felicidad (y victoria...) en tus inexorables caminos.
Un abrazo.
Jajaja... Pobre destino el de este mundo, si los futuros habitante serán los hijos de los que orinan la tapa del "water" como dicen por allá.. y de los que se ponen las camisetas al revés :P
Pero me alegro.. sí, me alegro que por lo menos este hecho haya roto tu silencio.
Un besote (^.^)
pero no llevabas dos semanas sin mear, ¿verdad?
benvingut!
Como una cabra, estás como una puta cabra, si es que ya lo sabía yo...
jajaja...Virgen del puré!!!!!requetewenooooo...!!!! lo peor: tener que limpiarlo después...no??
un beso,
sayu
jajajaja, realmente bueno! por suerte a las mujeres no nos pueden pasar esas cosas...o eso creo!
Un abrazo, me alegra que estés de vuelta del mutismo.
Pero qué pedazo de subnormal eres.
Ya me pasaré por aquí a leerte.
Bueno, empiezo por el final.
Álvaro, agradecería que te dieses una patada en los cojones.
Pásate, pero sólo entre el 3 y 4 de cada mes, que es cuando duermo.
Mamen, sí, es posible que fuera la mejor manera. Otro abrazo.
Cascabel, gracias, espero que a las mujeres no os pase, si os pasa, lo quiero ver en primera fila.
Sayuraka, gracias, sí, después fue un poco incómodo. Siempre digo que uno no es totalmente humilde hasta que limpia su propio orín.
Alnitak, sí, lo estoy, sobre todo en otoño y en primavera me gusta pastar por el monte, en invierno hace mucho frío y en verano hace demasiado calor.
Maryna, sí, es todo una gran metáfora.
Sergisonic, bienhallado, jaja pues no, la verdad. Pero llevaba unas decenas de años sin mear en la tapa de un water.
Eika, en este mundo hay demasiadas pocas tapas sin mear, te lo digo yo, y haría falta unos cuántos voluntarios que las rociasen.
Pol, gracias, hasta Atlas tiene que dejar hueco a nuevos flujos.
Blue, jaja está bien lo del cesto de la ropa, en mi caso fue por pensar demasiado y no prestar atención .
Lágrima, a mí tampoco.
Liliana, ok, da igual cuando, lo importante es volver.
Aragueña, me alegro por tu sonrisa.
Saludos